La buena maldad

Si supiera que el abismo no es mas que mi propia vida, de avanzar a velocidades impresionantes sin tener claro el fin, no me atrevería a lanzarme sin mas posibilidades de opción y pensaría seriamente en el suicidio con la salida mas próxima (algo así como esos hoyos marca Acme). Sin embargo, si supiera que existen posibilidades de que mi futuro sea "considerablemente variado" al ya vivido por estos malditos veinticuatro años, me atrevería a luchar un poco mas con esta loca cabeza que prefiere esconderse tras algunos psicotropicos. Y es que aquella manía de extender mentalemtne los momentos agradables con los ojos cerrados, permiten que cuando logre abrirlos vea un "real" invierno frio y un tanto gris. Prefiero la lluvia, asi me concetraría en ver miles de gotas caer que sentirme parte de un mundo sin colores, que me fuerza irremediablemente a pensar un poco mas en esto que dice: "Venir en paz", en este "pedazo de animal" que colapsa diariamente, en esta "cosa mediocre" que termina escribiendo burradas que solo pararían en un blog.

No quiero figurar como una depresiva puteando contra la vida, amo mi vida. Pero soy realista y tengo claro lo que significa pensar todos los días: "En que no me gusta vivir". Que quede claro que no soy suicida, No quiero matarme, pero hubiera preferido no vivir. Gracias a lo que sea, entiendo la diferencia, y no me alarmo de que mis pensamientos constantes sean tan malignos. De tener tan cerca y visible aquel lado "ocuro", ese que todos tenemos, pero del que evitamos hablar, ese lado perverso y poco honroso que todos llevamos, que suprimimos, que callamos, porque nos horroriza pensar en que tenemos el poder suficiente para decidir que tan malos podemos ser. Porque lo malo, la maldad es tan propia como la bondad, tan nuestro como lo bueno.

Goethe: El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.

Vengo en paz: Pero Goethe, ¿qué pasa con el pensamiento? ¿Es acaso un espejo quebrado, cubierto de infinitas mantas que ocultan nuestras verdadera imagen? ¿no es acaso que en nuestro interior la bondad y la maldad son hermanas?

Goethe: El mal está sólo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.

Vengo en paz: Pero Goethe. El bien y el mal. FAUSTO Y MEFISTÓFELES. La oscuridad y la luz.

Goethe: La contradicción nos hace productivos.

Vengo en paz: Creo que tu siempre fuiste Mefistófeles, quisiera serlo también…

Mefistófeles a Fausto: “Soy el espíritu que desea siempre el mal y, no obstante, hace siempre el bien”.

Vengo en paz: Yo llevo una maldad reprimida. Me siento mala.

Dr. Maligno: …es que no eres lo bastante maligno, eres cuasi maligno, eres semi maligno, eres la margarina de lo maligno, eres la coca cola light de la maldad, solo una caloría, te falta mala baba.

Cuando pienso en las cosas malas que puedo llegar a pensar y sentir, cuando veo el verdadero peso que tienen, cuando noto que oscuro son mis pensamientos, cuando me espanto de solo pensar en algunas cosas, cuando reconozco lo mala que puedo llegar a ser es cuando conozco todo lo bueno que tengo, y por fin entiendo que todo mi actuar no son actos obligados por normas, reglas y leyes.

Ahí es cuando sé que existe esa buena maldad. Y que definitivamente Lo malo es tan bueno como lo bueno.