lunes, 23 de enero de 2006

Clavos Anaranjados



Escapar del tormento de una despedida, eliminando cada detalle de vidas recientemente pasadas. Intentando no pensar en los infinitos segundos que forman momentos que revelan descontrolados recuerdos en la cabeza, (y habemos mas de esos).

Alejando el ayer, que era todo lo seguro que se tenía, caminando sin los medios que te permiten avanzar, empezamos a arrastranos con aparente dignidad a los demas, pero con el inmenso dolor en el interior.

Caminar. Sobrevivir. Curarse. Empezando de nuevo, sola en la noche, "Como si nunca hubieramos amado". (L. Pausini - "Como si no nos hubieramos amado".)

Y en el horizonte oscuro y nublado por lágrimas, se vislumbra el mar acompañado de dias inciertos, envueltos en un cuadro casi perfecto, un "Verano naranja", la cura perfecta para los amargos dias de desechos, la locura perfecta de dejarse llevar por la piel, el instinto, el impulso, el despecho, el desconsuelo, todo fusionado nos da el antidoto exacto el "Clavo perfecto y anaranjado" (por la brisa marina).

Un mundo paralelo, que comienza en el baño de algún lugar, sigue en un mirador y termina con los vidrios empañados; un mundo paralelo donde el verano se vuelve naranja y se extiende casi rutinario, un verano naranja que termina en el tunel Lo Prado.

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